Su curiosidad espiritual lo llevó a Israel en un viaje que significó un punto de inflexión en su vida. Matisyahu aprovechó el tiempo rezando, estudiando y pensando en música en Jerusalén. Su dormida identidad judía afloró a su consciencia y a su regreso acudió a un instituto en Bend (Oregon), introduciéndose en el reggae y el hip hop. Todas las semanas iba a un local de aficionados donde rapeaba, cantaba, le daba a la caja de ritmos (beat box) y se mantenía activo creativamente. Fue entonces cuando empezó a desarrollar el sonido reggae-hip hop que hoy le es tan característico. Matisyahu volvió a Nueva York para estudiar en The New School, donde continuó desarrollando su música e hizo sus pinitos en el teatro. También acudía al Carlebach Shul, una sinagoga en el Upper West Side conocida por su ambiente hippie y la exuberancia de sus cantos, donde se convirtió al judaismo jasidico. Mientras estudiaba en The New School, Matisyahu escribió una obra de teatro titulada Echad (‘uno’ en hebreo), que trataba de un muchacho que conoce a un rabino jasídico y se convierte a la religión. Poco después del estreno de la obra, la vida de Matisyahu extrañamente imitó a su arte. Años después de que prendiera en él la primera chispa de religiosidad, Matisyahu conoció al rabino Lubavitch, iniciando la transformación de Matthew en Matisyahu. La persona que había sido tanto tiempo escéptica ante la autoridad y las reglas, se adaptó a la disciplina y estructura del judaísmo, siguiendo sus leyes estrictamente y envolviéndose en un desafío intelectual y en el diálogo espiritual que había buscado durante una década. Hoy, Matisyahu vive en Crown Heights, dividiendo su tiempo entre el escenario y la Yeshiva (institución para el estudio de la Tora, el documento más importante del judaísmo, correspondiente aproximadamente al Antiguo Testamento de los cristianos).
Matisyahu - Light (DESCARGAR)
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